Doctrina de la Iglesia sobre la esclavitud

Explotación infantil. Honduras. Wikipedia.

Explotación infantil.

   Fiel a una tradición católica de más de 500 años, el Papa Francisco ha condenado enérgicamente las nuevas formas de esclavitud que invaden al mundo contemporáneo, como es la trata o comercio ilegal de personas, que afecta a los sectores más vulnerables de la sociedad: mujeres, niños y niñas, discapacitados, inmigrantes, los más pobres y los que provienen de desintegración familiar y social.

   Hoy se habla de millones de víctimas de trabajo forzoso y de trata de personas con fines de explotación laboral y sexual, prácticas tanto o más inhumanas que las realizadas en las peores épocas de la esclavitud tradicional.

   Una de las más fuertes condenas a este crimen contra la Humanidad, la hizo el Papa Francisco el 12 de diciembre de 2013 al recibir a 16 nuevos embajadores ante la Santa Sede. Su antecesor, el Papa Benedicto XVI había condenado ya en reiteradas ocasiones las nuevas formas de esclavitud en el mundo actual, lo mismo que Juan Pablo II.

   Con estos pronunciamientos, los últimos pontífices ratifican la doctrina seguida por la Iglesia desde el siglo XV, cuando se produjo la primera condena del Papado en contra de la esclavitud, rompiendo entonces la tradición de apoyo al sistema esclavista que la propia Iglesia había mantenido desde su fundación, 1.500 años atrás.

Apareció el cristianismo y no mejoró la suerte de los esclavos

Inmigrantes mexicanos en EU.

Los inmigrantes, grupo muy vulnerable.

   Hay constancias históricas de esclavitud en la antigua Mesopotamia con 5.000 años de antigüedad, de suerte que al surgir el cristianismo la práctica de comprar y vender a seres humanos como esclavos tenía ya por lo menos tres milenios sobre la Tierra, pero lamentablemente, contra lo que pudiera pensarse, la aparición de la doctrina del amor no vino a mejorar la suerte de millones de personas sujetas a este sistema de explotación.

   Ocurrió que desde los primeros tiempos del cristianismo los mismos padres de la Iglesia, empezando por el apóstol San Pablo, exhortaban a los esclavos a la obediencia, sumisión y fidelidad con sus amos, aunque estos fuesen gentiles, a quienes debían servir «con temor y respeto«, con amor y voluntad (Epístola a los Efesios, capítulo 6).

   Por su parte, San Agustín encontraba el origen o «primera causa» de la esclavitud en el pecado, considerándola un castigo de Dios según «las culpas» de los pecadores; veía en la esclavitud un medio de purificación, de perfección, de elevación, y siguiendo a San Pablo, exhortaba a los esclavos a no desear la libertad, sino a servir a los amos o dueños con buena voluntad «hasta que pase esta iniquidad y calamidad y se reforme y deshaga todo el mando y potestad de los hombres».

   De igual manera, Taciano y San Gregorio de Nacianzo encontraron el origen de la esclavitud en el vicio, en el pecado, y otros como San Ignacio, San Crisóstomo y San Isidoro aconsejaron también al esclavo no desear la libertad y preferir la servidumbre.

Los papas condenan la esclavitud desde el siglo XV

Pío II, primer Papa que se pronuncia contra la esclavitud. Wikipedia.

Pío II, primer Papa que condena la esclavitud.

   Fue en 1462 cuando, de acuerdo con el historiador José María Iraburu, el Papa Pío II condenó la práctica de la esclavitud, seguido por Pablo III en 1537, Urbano VIII en 1639, Benedicto XIV en 1741 y Gregorio XVI en su Encíclica contra la Esclavitud en 1837.

   Sin embargo, a pesar de las condenas papales, la esclavitud en su forma tradicional siguió practicándose en diferentes formas, como actualmente ocurre con la trata de personas, tanto en países ricos como en emergentes.

   En siglos pasados los católicos dueños de esclavos se resistían a liberarlos alegando que los protestantes también apoyaban este sistema. ¿Cuál es la justificación actual?

Hubos eclesiásticos con esclavos a su servicio

Españoles empiezan a esclavisar

Esclavitud de indígenas en el siglo XVI.

   Lo cierto es que al margen de las bulas papales contra la esclavitud, muchos eclesiásticos la practicaron en la época colonial, como ocurrió en México con algunos obispos que poseían esclavos para su servicio personal, entre ellos fray Juan de Zumárraga, nombrado «protector de los naturales«.

   En general, cabe señalar que en tiempos de la Colonia española había el doble discurso por parte de muchos clérigos: por un lado defendían a los indios, pero al mismo tiempo formaban parte del sistema que los oprimía.

   Y no es que el alto clero ignorara las bases anticristianas de la esclavitud, pues ya en 1573 un catedrático de Derecho de la Universidad de México, Bartolomé de Albornoz, no sólo se pronunció contra el comercio de esclavos, sino contra la esclavitud misma, rechazándola como derecho de guerra y contraria al espíritu cristiano. Vale decir que su obra, Arte de Contratos, acabó en el Índice de la Santa Inquisición, es decir, en la lista de libros prohibidos por la Iglesia.

Amarás a tu prójimo como a ti mismo

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Fray Bartolomé de las Casas, defensor de los indios.

   Empero, es justo reconocer que hubo también autoridades religiosas como fray Bartolomé de las Casas, obispo de Chiapas, que en su celo por defender a los indios, llegaron incluso a extremos de violencia al recurrir a las maldiciones y excomuniones contra los esclavizadores del siglo XVI.

   En conclusión, muy por encima de los avatares jurídicos y doctrinales sobre la esclavitud, resplandece la figura de Jesús, fundador del cristianismo, quien 1.500 años antes de que la Iglesia se pronunciara contra este inhumano sistema, había sentenciado: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo«.

    Artículo relacionado: Leyes mexicanas contra la esclavitud.

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Walt Disney en Guadalajara

Walt Disney en Guadalajara en 1964.

Walt Disney en 1964.

   El genial dibujante y productor cinematográfico Walt Disney visitó Guadalajara, Jalisco, en octubre de 1964 con motivo de la Primera Reunión Internacional del Programa Pueblo a Pueblo que auspició el Comité de Ciudades Hermanas México-Estados Unidos. En esa ocasión esbozó el proyecto de una película sobre niños húerfanos que dedicaría a Guadalajara, pero no tuvo tiempo de hacerla porque a los pocos meses enfermó de cáncer y murió en 1966.

   El presidente municipal de Guadalajara por ministerio de ley, don Jorge Agnesi Daesslé, quien cuenta hoy con 94 años de edad, recuerda este acontecimiento, ya que siendo entonces presidente del Comité de Ciudades Hermanas Guadalajara-Downey, tuvo a su cargo atender personalmente al distinguido visitante y a su esposa Lilian los días 29 y 30 de octubre de 1964.

«Jalisco es mi canción favorita«, dijo Disney 

   Disney y su esposa arribaron la tarde del 29 de octubre al Aeropuerto Civil de Guadalajara, donde los esperaba un comité de recepción encabezado por su viejo amigo, el ex-presidente de México, Miguel Alemán Valdez, entonces presidente del Consejo Nacional de Turismo; el gobernador del Estado, Juan Gil Preciado, y el presidente de Guadalajara, Dionisio Montelongo, entre otros funcionarios.

   Su avión “Gulf Stream”, procedente de Los Ángeles y de San Francisco, Calif., a donde había ido a recoger unas personas, tocó pista a las 14:55 horas.

   Antes de subir a la plataforma de recepción, el famoso dibujante se puso un sombrero charro, cogió de la mano a varios niños vestidos de charros y empezó a bailar la tradicional canción «Jalisco», ejecutada por uno de los mariachis que fueron a recibirlo. «Jalisco es mi canción favorita«, dijo entonces.

   Su visita estuvo enmarcada dentro de la Primera Reunión Anual del Programa Pueblo a Pueblo celebrada en esta ciudad con la asistencia del embajador norteamericano Ellsworth Bunker, representante del presidente Lyndon Johnson, y el coronel John Eisenhower, hijo y representante del general Dwight D. Eisenhower, entre otras personalidades.

   En ese tiempo Disney era ejecutivo en Relaciones de dicho programa.

Recibió las Llaves de Guadalajara y rindió homenaje a Juárez

Autógrafo de Walt Disney en un boleto de entrada al Parque Alcalde (cortesía del periodista Jesús Pérez Loza).

Autógrafo de Disney en un boleto de entrada al Parque Alcalde (Cortesía del periodista Jesús Pérez Loza).

   En la misma tarde de su arribo, Disney recibió en ceremonia especial las Llaves de Plata de la ciudad, de manos del licenciado Montelongo, en ceremonia especial celebrada en el Hotel Hilton.

  Durante su estancia en esta ciudad participó en actos oficiales del Programa Pueblo a Pueblo, entre ellos un homenaje al Benemérito de las Américas, Benito Juárez, una comida ofrecida por el Gobierno del Estado en Chapala y una «Noche mexicana» en el Parque Alcalde.

   También realizó diversas actividades privadas, entre ellas una visita al Centro de Rehabilitación auspiciado por la Colonia Americana, donde donó un aparato ortopédico a una pequeña inhabilitada por la poliomielitis.

Emotivo encuentro con los niños del Hospicio Cabañas

Hospicio Cabañas. De Coplaur Guadalajara en F

Hospicio Cabañas.

   Uno de los actos más emotivos de su visita fue su encuentro con los huérfanos del Hospicio Cabañas, institución fundada en 1810 por el obispo Juan Ruiz de Cabañas y que hoy es Patrimonio de la Humanidad.

   Aquella tarde, más de 300 niños salieron coreando ¡Walt!, ¡Walt!, ¡Walt!, y al verlos y oírlos, Disney se enterneció hasta las lágrimas. Los niños también lloraban y lo abrazaban. Todos querían tocar al padre de la fantasía. Al salir del edificio, todavía con el impacto emocional del encuentro, Disney se detuvo unos instantes junto a una fuente que ahí había y dijo:

   «Voy a hacer una película sobre Guadalajara… Un chamaquito llega a la ciudad y se encuentra perdido… Llega a esta fuente… No tiene que comer y lo reciben en el Hospicio...»

   Jorge Agnesi recuerda que Disney habló entonces de un perrito y de otras cosas y que incluso dio indicaciones para que las utilidades de esta cinta se entregaran al Hospicio Cabañas, cosa que nunca ocurrió, porque a los pocos meses enfermó. El 21 de noviembre de 1966 le extirparon el pulmón izquierdo al descubrirse que tenía allí un tumor maligno, y dejó de existir el 15 de diciembre de ese mismo año sin poder cumplir su compromiso.

Cena privada en la casa de Jorge Agnesi

Walt Disney y su esposa con don Jorge Agnesi y señora.

 Walt Disney, Cristina Aguilar de Agnesi, señora de Disney y Jorge Agnesi.

   Los funcionarios municipales de Guadalajara  y los directivos del Comité de Ciudades Hermanas se compartieron la atención a los visitantes, correspondiendo a don Jorge Agnesi atender al señor Disney y a sus acompañantes, y fue así como  los invitó a cenar a su casa de Av. Vallarta y Duque de Rivas, para lo cual se preparó tanto comida internacional como mexicana.

   Recuerda don Jorge  que a Disney le gustó mucho el pepián, que no sabía qué era, pero se le dio una explicación, y aunque los consejeros le decían que no tomara doble ración porque le podía hacer daño, él no hizo caso y pidió doble, preguntando quién había hecho tan rico platillo.

  Le respondieron que la cocinera, y quiso conocerla. Luego que la llamaron, le dijo que deseaba bailar con ella. La señora aceptó y echaron a andar la música del mariachi. Bailó un momento con ella, y al terminar, le dio un beso en la frente. La señora, feliz.

Visita a la Casa de las Artesanías del Agua Azul

   Otra visita de carácter privado fue a la Casa de las Artesanías instalada en el Parque Agua Azul. Entre las cosas que ahí se exhibían estaba un nacimiento de figuras pequeñísimas, de vidrio soplado, y la señora Disney le pidió a su esposo que se lo comprara.

   Disney asintió, pero le explicaron que ese nacimiento pertenecía al Museo del Estado, ya que era una pieza donada por el señor Ávalos, fundador de esa artesanía de vidrio, y que no se podía vender. Sin embargo, la señora Disney insistió en llevárselo.

   “Cálmese señora. Yo le voy a mandar a hacer uno a usted”,  intervino la señora Cristina Aguilar de Agnesi, quien los acompañaba en esa visita. Y efectivamente se lo mandó hacer en Tlaquepaque, igual al que estaba en exhibición.

Volando en el «Mickey Mouse» por abajo del Golden Gate

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Mickey Mouse.

  Tiempo después el señor Agnesi y su esposa viajaron a Santa Bárbara, cerca de los Ángeles, para asistir a una convención de Ciudades Hermanas, y se hospedaron en el hotel. La señora de Agnesi aprovechó la ocasión para entregar a la señora Disney el prometido nacimiento.

    Entonces –recuerda don Jorge- me dijo Walt Disney:

   –Oiga, ¿ya fue usted a Disneylandia?

   –Pues fui, pero no pude entrar a ninguna parte. Ai´traigo los boletos.

   —Oiga, pero por qué no me dijo… Pues lo metoback doors”.

   –Pero qué es eso, le contesté.

   —Usted vaya.

   Bueno, pues fimos –añade don Jorge-, y una pena tremenda: resulta que estaban las “colas” de gente y nosotros por delante, y nomás se nos quedaban viendo.

   Total , que en una cena a la que asistimos, por allá en Santa Bárbara, le comentaron a Walt Disney que mi esposa y yo pensábamos ir a San Francisco, y dijo:

   —Ah, bueno, les presto mi avión, el «Mickey Mouse».

   –Ah no, le contesté, es que mi señora les tiene pánico a los aviones.

   Y entonces le dijo a mi señora:

   —Usted no diga nada, y les voy a mandar el avión.

   Pasó el tiempo –dice don Jorge- y yo creí que se le había olvidado, pero una mañana, el último día de la convención, en el último desayuno, por el altoparlante del hotel se escuchó una voz:

   “Señor y señora Agnesi, está listo el automóvil del señor Walt Disney esperándolos en la puerta”.

   Toda la gente que ahí estaba nos miraba sorprendida: “¡Ah diantre, pues quién es éste!”

   Nos levantamos mi señora y yo. Bueno, pues vámonos, y llegamos al aeropuerto. Estaban el capitán y el copiloto esperándonos a un lado de la escalerilla del avión:

   –Buenos días, cómo están, pasen ustedes.

   Era un avión para nueve personas, pero sólo estaban el piloto y el copiloto. Sacaron un plano:

   –¿Por dónde quieren irse?

   –Pues déle aquí por la costa.

   Y al llegar a San Francisco le dije al piloto:

   –Oiga, pase por abajo del puente (el Golden Gate).

   El piloto decía que estaba prohibido, pero pasamos. Después nos hacía gracia que decía por radio:

  «San Francisco, Aeropuerto de San Francisco, el Mickey Mouse pide permiso para aterrizar”.

   “Cómo no, Mickey Mouse –le contestaron- you can land” (aterrice).

Humilde origen de Disney y su obra maravillosa

   Walt Elías Disney nació en Chicago el 5 de diciembre de 1901 y desde los nueve años de edad comenzó a trabajar vendiendo periódicos por cuenta de su padre. Posteriormente fue actor ocasional, parodiando al ídolo de su infancia, Charlie Chaplin, hasta que empezó a tomar clases de dibujo, a la vez que costeaba sus estudios vendiendo dulces en el tren de Chicago a Kansas City.

    Fue también cartero y chofer de la Cruz Roja.

   Llegó a Hollywood en 1923 con apenas 40 dólares en el bolsillo. Soportó penurias y trabajos hasta que con su hermano Roy y un tío de ambos, logró reunir los primeros 500 dólares para una película. Diez años después ganaba un Óscar.  El Ratón Miguelito acababa de nacer y con él una serie de personajes maravillosos que aún a la fecha hacen brotar en chicos y grandes las sonrisas más puras y felices.

   Más de 600 películas y documentales realizó Disney desde sus primeros ensayos hasta su muerte.

Duelo en Guadalajara por la muerte del ídolo de la niñez

Placa conmemorativa de Walt Disney en Guadalajara.

Placa conmemorativa de Disney en Guadalajara.

   Su muerte, en Burbank, Calif., el 15 de diciembre de 1966, causó en Guadalajara muchas manifestaciones de duelo. La prensa local usó sus máximos titulares para dar la noticia. El Gobierno de la ciudad se hizo eco de este sentimiento, y al cumplirse tres años de la histórica visita -diez meses después de su fallecimiento- el Ayuntamiento le dedicó un parque en la Colonia Olímpica con una placa que dice: «A la memoria de Walt Disney, ídolo de la niñez universal. Octubre de 1967».

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La negra historia de Nuño de Guzmán

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Nuño de Guzmán.

   Fundada en 1542, Guadalajara, Jalisco, celebra este 14 de febrero su cumpleaños, pero como en muchos aniversarios anteriores, no quiere acordarse que debe su nombre al conquistador español Nuño Beltrán de Guzmán, originario de Guadalajara, España, quien al hacer su aparición por estas tierras, en 1530, era ya un consumado esclavizador de indígenas.

   Para ese tiempo Nuño no sólo había realizado el tráfico de indios en Pánuco (Veracruz), de donde sacó más de cuatro mil para enviarlos a las Antillas a cambio de ganados, sino que siendo presidente de la Primera Audiencia de México, contaba con 300 esclavos a su servicio.

   Silvio Zavala, en su obra «Los esclavos indios en Nueva España«, explica cómo la conquista de Nueva Galicia emprendida por Nuño en las postrimerías de su administración en México, abrió nuevo campo a la esclavitud de los indios:

   «Reducido Guzmán a los límites de su conquista en la Nueva Galicia, y protegido por el título de gobernador que le dio la Corona, practicó los últimos actos de esclavitud de su carrera en las Indias«, afirma Zavala.

Procedimientos para esclavizar a los indios

   Un antiguo asociado de Nuño denunció ante el virrey Antonio de Mendoza que él le hizo tomar por fuerza y herrar muchas mujeres y niños contra lo mandado por el rey; que además compraba los esclavos del quinto del rey a menos precio para revenderlos y que aparte del quinto real, tomaba para sí el séptimo de todos los esclavos; que se servía de los indios libres en las minas y usaba como esclavos a los que llevó de México a su conquista.

   Otro testimonio de la época dice que Nuño «aguardaba a que los religiosos juntasen y metiesen (a los indios) en la iglesia para predicarles y bautizarles, y de ahí los sacaba y herraba por esclavos, para entregarlos a los que en el juego los habían ganado«.

   Fray Antonio Tello asegura que desde el año 1532 Nuño Beltrán ya se valía del «fierro para marcar esclavos«.

La intervención del Gobierno virreinal

Antonio de Mendoza. Wikipedia.

Virrey Antonio de Mendoza.

  Nuño fue aprehendido en la Ciudad de México el 20 de enero de 1543, acusado de haber hecho esclavos en guerra y fuera de ella, mandado herrar hasta los niños de pecho y haber sacado de Pánuco más de cuatro mil esclavos sin orden de Su Majestad.

   Como elemento de las acusaciones formuladas en su contra figuró el testimonio de Francisco Tenamaxtle, cacique de Jalisco, quien presentó ante el Consejo de Indias un escrito inspirado por Bartolomé de las Casas, que dice así:

   «Nuño de Guzmán, estando todos los pueblos quietos y seguros, enviaba de noche gente de pie y de caballo a asaltarlos y tomando los que querían los hacían esclavos con el hierro, que decían ellos el rey los mandaba herrar. Y de esta manera hizo tantos que no tenían número, hombres, mujeres, niños de toda edad, dejando los maridos sin amigos y las mujeres sin maridos, hijos sin padres y padres sin hijos. Y así los enviaba a vender a las minas y a otras partes de la Nueva España donde mejor se los pagaban«.

Rebelión de la Gran Caxcana

Conquistadores españoles y aliados tlaxcaltecas invaden Jalisco.

Conquista de la Nueva Galicia.

   Tales abusos aterrorizaron a los indígenas, que no tuvieron más remedio que rebelarse contra los españoles, pero a la postre la rebelión de la Caxcana (en el hoy territorio del Sur de Zacatecas y Norte de Jalisco) resultó contraproducente, porque entonces los vecinos de Guadalajara tuvieron pretextos suficientes para someter a los indígenas a la categoría de esclavos, a pesar de los mandatos reales.

   Además, a diferencia de Bartolomé de las Casas, en Chiapas, el primer obispo de Nueva Galicia, Pedro Gómez de Maraver, defendió ante Carlos V el derecho de los neogallegos a esclavizar naturales, «por ser gente bestial, ingrata, de mala condición y mentirosa«.

   Desatada la rebelión de los indios, tuvo que acudir personalmente el virrey Mendoza para someterlos, autorizando su esclavitud para efecto de la guerra.

Leyes antiesclavistas incumplidas

   Las nuevas leyes promulgadas en Barcelona el 22 de noviembre de 1542 prohibieron que se hicieran esclavos en adelante, pero tanto el oidor de la Audiencia de México, Lorenzo de Tejada, como los padres franciscanos de la Nueva Galicia denunciaron su incumplimiento.

   El hecho es que aún después del decreto de Abolición de la Esclavitud expedido en Guadalajara por Miguel Hidalgo en 1810, hubo aquí miles de esclavos al estilo tradicional y aún los hay en el siglo 21 bajo otras modalidades.

Olvido y miseria, el fin de Nuño

   Nuño de Guzmán fue desterrado en Torrejón de Velasco, provincia de Madrid, donde vivió seis años en el olvido y en la miseria, hasta que murió en 1544, todavía preso, sin que se hubiera desahogado el juicio al que fue sometido.

   Y a la fecha, Guadalajara prefiere recordar como su fundador a Cristóbal de Oñate, segundo de Nuño, aunque hay quienes conceden este mérito al entonces virrey de la Nueva España, Antonio de Mendoza.

    javiermedinaloera.com

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Leyes mexicanas contra la esclavitud

 Constituición.

   Al celebrarse, el 5 de febrero, un aniversario más de la Constitución de 1917 en México, cabe destacar la importancia de su primer artículo que prohíbe la esclavitud. Hay quienes opinan que el artículo está obsoleto cuando, por lo contrario, no sólo resume la vocación libertaria del México independiente, sino que apunta a un problema nacional e internacional de la mayor vigencia.

Hidalgo y Morelos, la lucha por la libertad en México

   El libertador Miguel Hidalgo y Costilla plasmó sus ideales en el decreto que su Gobierno dio en Guadalajara el 6 de diciembre de 1810, en el que abolió, antes que la mayor parte de los países de la Tierra, la milenaria institución de la esclavitud.

   Por su parte, José María Morelos, al reunirse el Primer Congreso de Anáhuac el 13 de septiembre de 1813, retomó la antorcha libertaria de Hidalgo, y en el documento conocido como Los Sentimientos de la Nación postuló en el Artículo 15:

   «Que la esclavitud se proscriba para siempre, y lo mismo la distinción de castas, quedando todos iguales, y sólo distinguirá a un americano de otro el vicio y la virtud».

   Un año más tarde, el Decreto Constitucional para la Libertad de la América mexicana, sancionado en Apatzingán el 22 de octubre de 1814, declara en su Artículo 24:

   «La felicidad del pueblo y de cada uno de los ciudadanos consiste en el goce de la igualdad, seguridad, propiedad y libertad. La íntegra conservación de estos derechos es el objeto de la institución de los gobiernos, y el único fin de las asociaciones políticas».

Victoria y Guerrero, la abolición de la esclavitud en México

  Concluida la guerra insurgente y consumada la Independencia, se promulgó la Constitución de 1824, en cuyo texto no hay un capítulo destinado a los derechos humanos, pero el primer Presidente, Guadalupe Victoria, ratificó la abolición de la esclavitud que habían decretado Hidalgo y Morelos, en tanto que su sucesor, Vicente Guerrero, también lo hizo el 15 de septiembre de 1829.

Guerra de Texas

  La posición oficial antiesclavista afectó los intereses de los colonos anglosajones que poblaban la provincia de Texas, entonces bajo las leyes mexicanas, lo cual desencadenó el conflicto que llevó a la guerra con Estados Unidos y a la pérdida de más de la mitad del territorio nacional.

   Prueba de que la esclavitud fue la causa principal de esta guerra (1835-1836) es que al conseguir su independencia, Texas no sólo legalizó el sistema esclavista a través de su Constitución, sino que negó el derecho de voto a los afroamericanos y a sus descendientes.

Nuevas constituciones en México

   La Constitución de 1843 en México preservó buena parte de los logros legislativos impulsados por los liberales, entre otros la abolición de la esclavitud, la libertad de imprenta y de opinión, la seguridad personal y la inviolabilidad de la propiedad y el domicilio.

  • Dice la Constitución del 43: «Ninguno es esclavo en el territorio de la Nación, y el que se introduzca se considerará en la clase libre, quedando bajo la protección de las leyes«.
  • Este mismo principio quedó plasmado en las constituciones de 1857 y de 1917. La del 5 de febrero de 1857 declara en su Artículo 2: «En la República todos nacen libres. Los esclavos que pisen el territorio nacional recobran por ese solo hecho su libertad y tienen derecho a la protección de las leyes».
  • Y la del 5 de febrero de 1917, Artículo 2: «Está prohibida la esclavitud en los Estados Unidos Mexicanos. Los esclavos del extranjero que entren al territorio nacional alcanzarán por este solo hecho su libertad y protección de las leyes».

Reforma constitucional del 2001

   Con las reformas constitucionales del 2001, el contenido del Artículo 2 pasó al 1:

   «Está prohibida la esclavitud en los Estados Unidos Mexicanos. Los esclavos del extranjero que entren al territorio nacional alcanzarán, por este solo hecho, su libertad y la protección de las leyes».

   Y añade:

  «Queda prohibida toda discriminación motivada por origen étnico o nacional, el género, la edad, las discapacidades, la condición social, las condiciones de salud, la religión, las opiniones, las preferencias, el estado civil o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas».

La esclavitud, un problema vigente

 Desde la perspectiva contemporánea la esclavitud es un crimen y su prohibición está recogida en tratados internacionales, aunque en la práctica sigue dándose en el mundo tanto en la forma tradicional como bajo nuevas modalidades.

   Los inmigrantes, por ejemplo, son un grupo vulnerable al que se violan sus derechos como trabajadores y como seres humanos, convirtiéndose en mercancía y hasta en víctimas mortales de los traficantes de personas.

  Cada año, alrededor de cuatro millones de personas en el mundo son víctimas de trata, de las cuales 50 por ciento son menores de edad destinados a trabajos forzados en la agricultura y a la explotación sexual.

   En conclusión, el primer artículo constitucional de México, lejos de ser obsoleto, muestra que la lucha por la libertad, en el país y en el mundo, no ha terminado.

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